La reserva Wild Forest y otras maneras de vender tu libro
- dosveggiesymedia
- Jan 4, 2022
- 3 min read
La reserva Wild Forest se define como un centro de recuperación y rehabilitación de animales salvajes. Es una organización catalana sin ánimo de lucro en la que habitan desde jabalíes hasta zorros y otros animales rescatados. Así a simple vista, parece que hayan elegido este tipo de animales solo para tener fotos y un merchandising que luzcan más.


No todos los santuarios son para rezar, otros sirven para cuidar a los animales. Sí, estos son los santuarios animales definidos por el portal Cinco Noticias como:
“instalaciones donde los animales pueden vivir en libertad y sin miedo”.
Por estos, pasan animales explotados en granjas o abandonados y se les da una nueva vida: viven extraordinariamente hasta su último suspiro. ¿Todo muy idílico, cierto? En la reserva Wild Forest, no tienen tan claras estas nociones. Hoy nos tomamos la pastilla roja para ver lo que oculta este santuario.
4 PROBLEMÁTICAS CON EL SANTUARIO
1. El santuario no tiene el espacio suficiente para los animales que viven en él
La reserva asegura contar con alrededor de 17 hectáreas de terreno, mas, con un poco de investigación, se deduce que en realidad no llegan a las 9 hectáreas. De ser así, el terreno no es suficiente para albergar a sus animales de manera idónea.

2. Hotel encubierto y muchas visitas de influencers
Normalmente, los santuarios no se encuentran abiertos al público ni a actividades que puedan poner a los animales en una posición “comercial”, como es el caso en los zoológicos. Esta condición parte del respeto a los animales, que en ocasiones han sido rescatados del maltrato y otras situaciones difíciles. Sin embargo, este no es el caso para la Reserva, a la que son invitados influencers que comparten su experiencia por redes y funcionan como publicidad del presunto santuario.

3. Todo lo que tocan lo convierten en oro
¡Que me lo quitan de las manos, oiga! Pendientes de Aliexpress de un euro a 16 euros en la tienda de Reserva Wild Forest. Si bien es cierto que el dropshipping de Aliexpress es totalmente legal, no parece ético que siendo una ONG revendan estos productos tan caros. Otros santuarios como La vida color frambuesa venden accesorios por entre 4 y 6 euros.
Por otra parte, Paola Calasanz, la dueña del chiringuito, no duda en promocionar sus libros por todas partes. Como no, están en la web del refugio y ha llegado a hacer un “brunch benéfico” que tiene 0 de benéfico: allí no solo estaban, otra vez, sus productos de merch sino que también se podían degustar platos de origen animal. Quizás explicar la labor de su santuario era lo de menos.

4. Varias veces al año no hacen daño
Veganos sí pero cuando les apetece. Uno de los residentes del recinto del santuario, @tribaluri, ha fomentado en diversas ocasiones el consumo de productos cárnicos procedentes de animales que no están en la reserva y por tanto no generan dinero. Para colmo, @tribaluri también es cazador.

A raíz de toda esta evidencia queda en tela de juicio la autenticidad de la reserva Wild Forest. Parece ser que tras una imagen solidaria se esconde un gran deseo de capitalizar a costa del bienestar de los animales. Sin duda la intención del santuario se presenta como esperanzadora y positiva, mas la gestión de su equipo denota unos intereses que se desvían de dicha intención y preocupan a la comunidad de las condiciones de vida de los animales.




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